David Potes dedicó toda su carrera a desarrollar soluciones que impacten en el sistema de salud y que mejoren el acceso a la atención médica de toda la población. Como Director del Clúster de Innovación y Soluciones Digitales del Consorcio Mexicano de Hospitales (CMH), Potes lidera el programa AEES, la Aceleradora de Emprendimiento para el Ecosistema de Salud que seleccionó a Wúru para participar de la edición 2023.
El CMH es el grupo de hospitales privados más grande de México. La entidad agrupa a 50 instituciones del país y es cofundadora de Lilas, un espacio que creó junto a la Asociación de Clínicas Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra-Cedim), la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) y la Asociación Nacional de Hospitales Privados de Brasil (ANAPH).
Desde su lugar en el Clúster de Innovación, uno de los pilares de su trabajo es la consolidación de un data mindset en todo el sistema de salud mexicano, que considera una de las prioridades y principales desafíos del sector en la actualidad. En esta entrevista, Potes habló sobre los objetivos y el criterio de selección de AEES, los retos que enfrenta el sector salud en Latinoamérica y la necesidad de que México construya un sistema de salud articulado, tomando decisiones basadas en datos.
¿Cómo surge la AEES y cuáles son sus principales objetivos?
La aceleradora surge cuando creamos el Clúster de Innovación del Consorcio Mexicano de Hospitales. Dentro del clúster tenemos diferentes proyectos, algunos que tienen que ver con la transformación digital del consorcio y de los 50 hospitales que lo integran, apoyándolos de manera individual y teniendo muy claro que la transformación digital es más una herramienta que un objetivo per se.
México está viendo que hay soluciones muy interesantes que ofrecen empresas de otros países, pero su sistema de salud es un monstruo totalmente diferente al resto de Latinoamérica. Tiene particularidades muy sui géneris que hacen que ingresar sea difícil porque no se comporta como el resto de los sistemas de salud. Por eso, se nos acercan empresas que quieren entender un poco mejor cómo funciona el mercado mexicano o que tienen que tropicalizar su modelo para poder adaptarse a México. Así decidimos crear la aceleradora, que tiene un programa con tres módulos. El primero tiene que ver con la adaptación a este mercado, generar entendimiento y apoyo. El segundo tiene que ver con asesoría en tecnología y la última parte aborda aspectos financieros, legales y fiscales de México.
¿Cuál es el criterio con el que trabaja la Aceleradora de Emprendimiento para el Ecosistema de Salud (AEES)?
Básicamente lo que estuvimos buscando es el potencial, que hubiera un market fit con el mercado mexicano, que la solución encajara con una necesidad latente y también su escalabilidad. Además, un tema que nos interesa mucho es el análisis de información, es decir, que pudiera aportar información útil y valiosa para el sistema de salud mexicano.
En este punto, algo que nos llamó mucho la atención de Wúru fue su foco en el análisis de la información. Para Javier Potes, Director General del CMH, la herramienta que guía a los usuarios de Wúru Orquesta y ofrece recomendaciones de mejora (Wúru Tips) fue uno de los aspectos que más interesante resultó por la agilidad con la que ataca los problemas que más afectan a una institución médica.
¿Cuáles creés que son los principales desafíos de los sistemas de salud en América Latina?
Más allá de que cada país tiene sus particularidades, lo que hemos aprendido teniendo experiencia más que nada con Colombia, Brasil y Argentina a partir de la fundación de Lilas es que estamos muy conectados con oportunidades y desafíos a nivel regional.
Principalmente creo que hay dos temas que son centrales: uno es el tema del uso, análisis de la información y acceso a la información. Los sistemas de salud tienen que empezar a trabajar más en este tema, sé que en Argentina hay mucho más acceso a la información que en México, pero sigue siendo un reto consolidar la interoperabilidad de la información de diferentes fuentes y proveedores para poder unificar la información del paciente.
El segundo tema que considero recurrente, que afecta a los sistemas de salud de todo el mundo, es el cómo relacionamos al paciente en todo el sistema de salud. Se habla mucho de poner al paciente en el centro del modelo. En mi experiencia, esto ha sido, la mayoría de las veces, de la boca para afuera. Aún no hemos entendido cómo el paciente viaja dentro del sistema de salud, que involucra temas de comunicación, de experiencia y otros. Se me hace que este es uno de los temas que tiene un potencial enorme para continuar trabajando: ¿cómo hacemos que el paciente se mantenga sano, que siga cuidando su salud y que podamos ofrecer algo más que la atención a la enfermedad? Este acercamiento del paciente al sistema de salud es un desafío clave.
¿Cuáles son los desafíos específicos del sistema de salud mexicano?
Tenemos un gran problema en México con lo desarticulado que está el sistema de salud, tanto el sistema público como el sistema privado. Aunque aquí predomina el sistema público, este es cada vez es más ineficiente y tiene menos capacidad de atención a la población, por lo que gran parte de la comunidad se está volcando al sistema privado. Al mismo tiempo, el sistema privado ha crecido de manera independiente, desregulado y se encuentra igualmente desarticulado. En ese sentido, hay muchas carencias dentro del sistema de salud privado de México, incluyendo la falta de algunos servicios básicos de atención, por ejemplo, el tema de atención primaria es prácticamente inexistente en México. En el sector privado, ahora se ha empezado a resolver de manera accidental. Es un fenómeno muy particular: antes, las farmacias vendían muchos medicamentos controlados sin necesidad de receta y encontraron una nube en la regulación que les permite poner una especie de consultorio, que llaman “orientación médica” a un lado de su farmacia. Con eso ponen un médico (de consulta a veces gratuita, otras muy económica) y el paciente se atiende ahí, recibe su receta y va a la farmacia de al lado a comprar su medicamento. La farmacia está buscando cubrir esa parte que tenía desatendida. Pasó este fenómeno, totalmente accidental y así se cubrió el tema de la atención primaria. Pero insisto, esta solución surge en un sistema totalmente desarticulado y no está ligada al sistema de salud.
¿Qué nivel de consolidación tiene el data mindset en la salud mexicana?
Consolidar un data mindset es uno de los objetivos que tenemos con el clúster de innovación y soluciones digitales del CMH. Buscamos trabajar en la consolidación de la información para usarla de diferentes maneras. En el Consorcio comenzamos a hacer algo de este trabajo con la publicación anual del libro Prospectivas, que tiene indicadores operativos y administrativos de los hospitales. No existe este tipo de información en nuestro país y es uno de los problemas que tenemos: no tenemos un mecanismo para consolidar la información, todavía lo hacemos en un Excel. Estamos trabajando con Amazon Web Services (AWS) en un proyecto para consolidar la información de todos los hospitales, pero apenas lo estamos comenzando. Una parte de nuestro trabajo con el consorcio ha sido ir evangelizando sobre la importancia del uso de los datos. Por eso, uno de los criterios para la selección de la aceleradora es encontrar soluciones que puedan dar respuesta y propongan cómo captar, procesar y visualizar información de formas ágiles. Para nosotros es sumamente importante en lo que tiene que ver con temas de transformación digital. Si un sistema es operativamente muy bueno, pero no nos genera información, no nos sirve. Entonces, por un lado, en el CMH lo tenemos como uno de nuestro pilares y tenemos que bajarlo hacia los hospitales para que entiendan que es importante. Muchos lo hacen, a otros todavía les falta. Desafortunadamente, fuera del consorcio sigue siendo un tema que todavía no se estableció como prioridad, pero creo que hacia allá va el sistema de salud mexicano. Es parte de nuestro trabajo ir expandiendo esta idea.